Tendré que enojarme con cada cosa que me recuerde a él, enojarme hasta odiarlo, y odiarlo hasta olvidarme de él.

domingo, 23 de enero de 2011

1.


Capitulo 1: ¡Bon Voyage!


"Divise a lo lejos en la arena una casita subterránea muy precaria. La intensidad de los latidos de mi corazón aumentaron, haciendo que solo escuche un "tuc-tuc, tuc-tuc, tuc-tuc". Él viento me enredaba los cabellos y me tiraba hacia atrás de una forma violenta, mi ropa se sacudía alocadamente. La arena arremetió contra mis ojos y me pase mi brazo por la cara para cubrirlos. De repente el cielo se ilumino por un instante a causa de un relámpago. Eche a correr por la orilla en dirección hacia la casa.
El agua subía y bajaba rápidamente acompañada de olas que la hacían crecer más y que me salpicaban por correr tan cerca de ellas, ignore eso y seguí a la velocidad de la luz como un guepardo por su presa. Cada vez me acercaba más a ese escondite. Frené en seco cuando casi me lo llevo por delante. Baje por una escalera muy camuflada por unas algas y me encontré con sótano. Estaba oscuro, pues la luz de la luna no encontraba ninguna rendija por donde colarse. No se oía nada, no había señales de vida, excepto el goteo de una filtración, que marcaba los segundos incesantemente. No había piso ya que mis pies descalzos se hundieron en la arena, había diminutos pedazos de madera en ella, me di un pinchazo con uno. Que bueno, ya tenia el pie astillado. Recorrí toda la habitación con la mirada y la detuve en un cuerpo tirado en un rincón. Trague saliva. Di unos pasos hasta estar pie junto a él, que permanecía tirado en el suelo en posición fetal, me miraba, el dolor y la tristeza se reflejaban en sus ojos, pero el amor los superaba. Yo horrorizada me agache junto a él, agarre su cabeza y la coloque cuidadosamente en mis piernas, al instante sentí algo mojado bajo nosotros. Puesto que estábamos en una playa pensé que era agua, ya que no podía retirar la mirada de sus ojos tantie con la mano el suelo para descubrir que era, al instante sentí algo pegajoso... el agua no era pegajosa. Levante mi mano y la vi cubierta de sangre... eso era el "goteo".
-Oh, mierda. -dije para mis adentros.
Me limpie con mi ropa mientras él me miraba examinando mi expresión, intento agarrar mi mano pero no tubo fuerzas para levantarla, así que se la tome yo, dirigió mis nudillos a su boca y empezó a besarlos, acto seguido temblo hasta que descubrí de donde provenía la sangre, y ahí empece a temblar yo también. Dos grandes tajos profundos que se unían en una V invertida aparecieron en su espalda.
-No puede ser... Dime que no es cierto. -dije más para mi que para él.
Abrió la boca para hablar pero la cerro al instante, una mueca de dolor apareció en su cara. Pose mi dedo en sus labios pero lo volvió a intentar.
-No puedo mentirte de nuevo y más cuando tienes la verdad delante de ti. .-hizo una pausa y me acaricio la mejilla.- Sabes que nunca te he ocultado nada, que siempre te he protegido... Tu amor me cambio, pero esto es lo único que siempre te he ocultado. Ahora solo queda que decidas. ¿Me sigues queriendo o esto lo cambia todo?
Acto seguido me agache para besarlo.
-Por amor. -susurro, antes de que nuestros labios se junten."

Me levante sobresaltada de la cama, el reloj despertador marcaba las 5:00 a.m y la alarma sonaba. Me pase las manos por los ojos y refunfuñe. Me hice una bola en la cama y me tape con la manta. Al cabo de 10 minutos sentí la voz de mi madre llamándome desde el piso de abajo.
-¡Heili!. -grito. -Tenemos que estar en la estación en un rato, levántate.
La ignore, tenia mucho sueño, me puse la almohada en la cabeza. Supongo que como ella vio que no bajaba... subió. Sentí sus pasos por mi cuarto. Llego a mi cama y me destapo, me dio una palmadita en el trasero y me sacudió.
-Deeeejaaaameeeee. -le decía mientras me sacudía.
-¿Te vas a levantar?. -pregunto, parando.
-No. -conteste decidida. No había dormido nada, me desvele chateando con mi mejor amiga.
-Viajamos en dos horas. -sacudió los brazos en el aire y me grito, yéndose de la habitación y cerrando la puerta de un golpe. La puerta reboto y quedo entreabierta. Me sentí mal por hacer enojar a mamá así que me senté en la cama, media dormida, deje largar un largo bostezo. Pensé en el sueño, en ese chico, en el amor que desprendía su mirada, en la atracción que sentí por él. Confundida note que por la parte abierta de la puerta vi una bola de pelos blanca moviendo la cola, preparándose para... correr velozmente hacia mi, tomar envión, saltarme encima y hacer que tire el velador. La lampara se tambaleo por el borde de la mesa de luz y se cayo rompiéndose en mil pedazos. Mamá iba a matarme... mi perro Tano era juguetón, pero esta vez se fue al extremo. Mientras el saltaba felizmente en mi cama yo me levante a juntar los pedazos del foco cuidadosamente. Mejor le contaba a mi madre del incidente cuando volvamos, sino, se pondría histérica. Terminada la tarea me vestí, me puse un jersey negro, unos jeans apretados y mis John's Foos negras. Me delinee, me hice un rodete en el pelo, me dirigí a mi cama y alce a Tano que estaba enredado entre las sabanas, salí de mi cuarto y baje las escaleras. Llegamos al living y lo deje en el suelo, fui hacia la cocina y me empece a preparar café mientras escuchaba atentamente como mamá pedía un taxi para que nos lleve a la estación así podíamos viajar a Pinamar por vacaciones.
-Hola, ¿me podrías mandar un coche a Catamarca 3223?. -mamá hizo una pausa.- Gracias.
Cuando termine de preparar mi café fui a tirarme al sofá. Llovía a cantaros. Al cabo de un minuto ya estaba despatarrada en el sillón, tomando de a sorbos mi bebida y mirando por la ventana, me sentía relajada. En la casa solo se escuchaba el cierre de la maleta de mi madre cerrándose, las gotas de la lluvia golpeando en el vidrio y los pasitos de mi perro acercándose a mi. Baje la vista y lo vi sentado al lado del sofá. Tano, mi fiel amigo. Me lamió la mano un buen rato, él sabia que nos íbamos, en su mirada había tristeza, no lo podíamos llevar con nosotras, y ya era hora de que lo llevemos con la vecina... me daba nostalgia irme de casa, aunque sean solo siete días, ademas, mi mamá necesitaba unas merecidas vacaciones. Subí la vista nuevamente a la ventana, no podía soportar la mirada acusadora de Tano; >>Se van y me dejan.<<. Decidí que ya no podía mas y me incorpore del sillón. Como amaba a ese perro, era como el hermano que nunca tuve. Lo cogí y lo apreté contra mi pecho un minuto, fui hasta el paraguas y salí afuera. Al primer paso el viento me tiro para atrás, me encamine hasta la casa de enfrente y cruce el jardín dando grandes zancadas esquivando los charcos. Cuando me di cuenta estaba enfrente de la puerta de Lidia, mi vecina. Mire a mi cachorro que se había acurrucado en mis brazos y me volvió a lanzar esa mirada.
-No admiten perros en el colectivo ni en el hotel, solo son siete días. - le dije. Cualquiera que pasara por ahí pensaría que estaba loca.
Vacilé un segundo y finalmente toque timbre. Agudice el oído y escuche unos pasos que provenían de adentro. La puerta se abrió rápidamente haciendo que yo de un brinco de la sorpresa.
-¡Mi cosita bonita!. -grito feliz Lidia, y me arrebato a Tano de las manos. -¡Te divertirás mucho con la tía Lidia!. -roso su nariz con la de mi perro.
Tano gruñía, y yo lo entendía perfectamente, no me gustaría estar en su lugar. Lidia era... muy cariñosa. Creo que cuando volvamos encontraría a mi perro con un moño rosa en la cabeza, más gordo de tanta lasaña que le daría de comer mi vecina, y con vestido y perfume. Borré esa idea de mi cabeza, pobre de él.
Me despedí y lo acaricié durante cinco minutos, pero a lo lejos, oí unas bocinas que provenían de mis espaldas. Giré la cabeza y vi a mi madre esperándome bajo la lluvia con su paraguas al lado del coche del taxista, y al pobre conductor cargado de bolsos pensando como lograría meter todo aquelló en la cajuela. Ese tipo se rompería la espalda... No podía evitar sentirme mal por aquél hombre. Nos íbamos por una semana pero llevábamos el armario entero en las maletas. Dos mujeres en una casa. ¿Qué más puedo decir? Supuse que mi madre estaba impaciente, así que tome el paraguas que estaba al costado de la puerta, lo abrí, le eche la ultima miradita a Tano y le di rápidamente las gracias a mi vecina. Pegue un salto del porche y cuando pise la acera me pegue un resbalón, caí de bruces al suelo. Muchacha torpe. Me empape entera. Tano ladro, Lidia se llevo la mano libre a la frente y sacudió la cabeza, el taxista soltó una risita y mi madre puso los ojos en blanco. Me levante velozmente y camine hacia el auto, avergonzada y temblando. Mamá abrió la puerta del coche y entramos. El conductor cerro el baúl y entro al auto.
-A la estación de ómnibus. -ordeno mi madre.
El auto empezó a andar y vimos por la ventana como Lidia agarraba la pata de Tano y hacia que nos salude. Mi madre sonrió y también saludo.
Durante el trayecto nadie dijo nada, excepto un par de comentarios sobre política del conductor y... algún que otro insulto dirigido a otros automovilistas.
Frenamos en la estación y las ruedas del coche chirriaron, abrí la puerta y me encamine a la parte del baúl a ayudar con los bolsos. Había parado de llover.
Mi madre le pago al taxista y cogimos las maletas. Realmente eran muy pesadas y hacían que me tambalee de un lado a otro. Nos metimos en la estación y salimos disparadas a nuestro colectivo, que ya había llegado y la gente ya estaba subiendo. Llegamos al lado del bus y soltamos las maletas, se escucho un golpe seco cuando tocaron el suelo. Me ardían las manos, las tenia rojas, calientes, y me latían por levantar tanto peso. Trague una bocanada de aire.
Cargaron las maletas en el baúl y mamá entrego los pasajes.
Fuimos las ultimas que entraron. Subí los tres escalones y busque mi asiento, el 55, al lado del de mi madre. Me tire en el seguida de ella, que se sentó en el suyo. Las puertas se cerraron y el colectivo empezó a andar. Eran 12 horas de viaje. Conecte mi mp3, cerré los ojos y deje que la música me llevara...

"Me encontraba corriendo sin ver casi nada por el callejón obscuro, solo se veía la luz fluorescente de una farola que se prendía y apagaba a unos metros de mi. Las lagrimas tibias rodaban por mis mejillas heladas y caían en mis labios, probé su sabor salado, en mi alma y corazón solo había amargura, miedo, horror, dolor... y en mi pecho solo sentía que el corazón se me oprimía dando lugar a un enorme vació. Trastabillaba cada dos por tres con cajas, basura, botellas... solo quería irme lejos, dejar atrás esa noche.
Llegando al final del callejón vi que tenia dos manos, doble a la derecha y choque con algo duro que no se inmuto, pero si reacciono cuando caía vencida al suelo. Me cogió de la cintura antes del impacto y me sostuvo con dulzura.
Apenas vi sus ojos me lance sobre él.
- Aquí estas, aquí estas...-repetía una y otra vez, mi voz se entrecortaba y las lagrimas abrieron nuevamente paso en mis ojos. Bese desesperadamente sus labios, con una ternura inimaginable, luego le bese los ojos, las mejillas, la frente. - Pensé que te había perdido... - y rompí a llorar desconsoladamente en sus brazos.
Alzo mi mentón y rozo nuestros labios, luego me dio un suave beso y me miro a los ojos.
- Tranquila, estoy aquí... -dijo casi en un susurro. Poso una mano en mi mejilla y con el pulgar me seco una lagrima.- Como siempre lo he estado, como te lo prometí aquel día; nunca te dejare sola. Podrán destruir todo a nuestro paso, pero jamás podrán destruir nuestro amor, ¿me escuchas? te amo Heili.
Ahora era él el que lloraba."

Abrí un ojo.
Luego otro.
Desperté por los rayitos de sol que se filtraban por las cortinas y quede sorprendida cuando descubrí que me estaba secando una lagrima que caía velozmente por mi mejilla.
Trate de concentrarme en el sueño, pero a la vez trataba de contar pacientemente hasta veinte las patadas a mi asiento de la niña que tenia atrás. Una... dos... tres... cuatro... cinco... seis... siete... ocho... nueve... di...Cuando ya fueron treinta y ocho mi paciencia se agoto. Gire la cabeza violentamente hacia atrás para mirarla directamente a los ojos, la nena tenia una sonrisita picara en los labios y me miraba desafiante. A estas alturas mi rostro seguramente reflejaba un: "otra patadita más y sales volando por la ventana, ¿vale?", al parecer capto el mensaje, ya que en su mirada se reflejaba el miedo, trataba de despertar a su madre tirando de la manga de esta, pero no retiro ni un segundo sus ojos de los míos. Satisfecha le saque la lengua y me senté correctamente. ¿Que hora era? Busque mi celular en mi bolsillo y lo prendí. Las siete y cuarto de la mañana,dormí 12 horas... tal vez a esta hora mi lado malicioso se despierta. Mi madre roncaba. Me revolví en mi asiento tratando de conciliar el sueño, pero me fue imposible ya que por los altavoces del micro retumbo una voz chillona.
- ¡Buenos días queridos pasajeros!. -dijo la voz de una mujer, con un tono entusiasta falso. - Estaremos llegando a Pinamar en media hora, procuren no olvidarse nada.
Mire por la ventanilla y ya empezando a divisar edificios y casas desperté a mi madre. Con la cuarta sacudida esta abrió los ojos.
Después de seis largos bostezos dijo:
- ¿Ya llegamos? .- con una voz toda adormilada. Sus rizos estaban despeinados y el maquillaje se le había corrido.
- Estamos a 15 minutos, pero no creo que quieras bajar del micro en ese estado... .- dije mirándola muy seria pero riendo para mis adentros.
Acto seguido mi madre se paso la mano por sus pelos enmarañados dejando escapar un eterno bostezo, se refregó los ojos y abrió su bolso de mano tratando de encontrar un peine y un espejo, luego de unos largos 5 minutos de refunfuñeos saco el peine y se peino. Yo la miraba expectante, recordaba cuando ella me peinaba de pequeña, cuando entrelazaba sus dedos con mis cabellos haciendo que mis rizos tomen más forma... con el tiempo, mis rizos fueron siendo reemplazados por un pelo lacio, y la verdad que agradezco que haya pasado eso, no digo que los rulos sean feos, es mas, a mi madre le quedan muy bien, pero no van conmigo...
Cuando mi mamá terminaba de peinarse volvió a sonar por los altavoces del autobús esa voz chillona de la azafata. Eso nos dio a entender a todos que la media hora había pasado...
- Si miran a su izquierda, podrán confirmar que ya estamos en destino. -dijo.
Todos los pasajeros miraron por las ventanillas, allí se veía un enorme cartel que decía: "Bienvenidos a Pinamar".
En ese momento una sonrisa brotaba de la boca de mi madre, en sus ojos se veía la emoción y el entusiasmo que tenia, hace años no nos íbamos de vacaciones juntas, sonreí por su felicidad.
El colectivo dio unas cuantas vueltas, fue derecho unas cuantas cuadras y paro en 4 hoteles hasta llegar al nuestro. Cogimos los bolsos y nos dirigimos a la escalera para bajar. Para mi mala suerte levante el más pesado, ya en el segundo escalón apenas lo podía sostener, este hizo que mis manos se calentaran por la fuerza que hacia para agarrarlo y directamente sin oportunidad ni de soltarlo me fui para adelante con bolso y todo. En ese momento todo se volvió lento, como en las películas de Matrix donde esquivan las balas. Podía ver a mi madre con los ojos y boca como platos ya pensando; "Pisa nueva cuidad y ya se abre la frente...", me fije también en los demás pasajeros, algunos soltaron sus bolsos tratando de agarrarme en el aire en vano, la maleta fue a parar a metros del micro y yo... a los brazos de un chico que pudo soportar muy bien mi peso y sus piernas ni flaquearon.
Me miro a los ojos muy serio, ni pisca de gracia en ellos, su boca formaba una linea. Yo sonreí nerviosa y sentí como mis cachetes ardían.
- ¿Asi que ahora caen niñas del cielo? .-dijo él, y hubo unas cuantas risitas provenientes de la multitud que nos miraba.
Mi madre se puso la mano en la cabeza meneandola de izquierda a derecha.
- Eh, ya, lo siento, fue un accidente .-respondí secamente casi escupiendo las palabras, lo mire a los ojos, eran de un tono celeste grisáceo... hermosos... quise mantener la mirada dura aunque la suya me endulzaba completamente. Trate de zafarme de sus brazos pero no me dejaba, me sostenía con fuerza. -¿Disculpa...?
-Es que no quiero que apenas toques el suelo te vuelvas a tropezar. -contesto divertido, bajándome delicadamente pero sosteniéndome de un brazo, lo mire extrañada y arquee una ceja. -Solo era por las dudas. -me soltó completamente.
-Muy amable. -cruce los brazos delante de mi pecho y lo rebaje. En ese momento pude examinarlo bien. Cabello castaño, nariz respingada, mandíbula cuadrada, alto, buen cuerpo... pero en esos ojos había una mezcla de soledad y tristeza. Se dio cuenta de que lo miraba mucho y sonrió. Esa sonrisa fue too much para decir que era completamente perfecto.
Acto seguido di media vuelta en dirección hacia mi maleta que yacía abajo de un árbol sintiendo todas las miradas de esas 16 personas fijas en mi.

sábado, 22 de enero de 2011


¿Sabes que es lo mejor de los corazones rotos?
Que solo pueden romperse de verdad una vez en la vida...
lo demás, son solo rasguños.
No me dejes la llave ; De tus recuerdos.

Procura no mirarme mas y no sabrás de que te perderás.

No fuiste mi gran amor,

sólo fuiste uno, entre muchos...


que tuvo la ventaja de llegar a mi corazón.

No llores cielo


& vuelvete a enamorar ..
Y llegaste tú y me sorprendío el poder que había

en este amor...

Sos la muerte más hermosa.

¿Y QUE HAGO CON MI AMOR? EL QUE ERA PARA TI...

...

Linda para algunos, fea para muchos, horrible para unos cuantos, hermosa para muy pocos.
Egocéntrica para los que no me conocen personalmente, con autoestima baja para los que me vieron alguna vez.
Hueca para los prejuiciosos, que solo se guian por un Facebook; inteligente para los que me escucharon dar una opinion.
Fria para los que nunca me hablaron, tierna para los que lo hicieron y me cayeron bien.
Ortiva para los que son asi; Simpatica para la gente que se acerca.
Incomprensible para los que poco me conocen; comprensible y razonable para los que saben mi forma de actuar.
Loca para todos, divertida para la mayoria, tímida para los que recien estan empezando a hablar conmigo; extrovertida con la gente que ya conozco.
Para vos solamente una mas entre las varias minas que usas.
Paso las noches enteras bailando sin ti, ya no me duele tanto que tu no estés aquí. Ya no me importa lo que pienses de mi, aunque tu creas que el mundo no gira sin ti.
Que te llamo, que no olvido, y no puedo estar sin ti. Que me estoy volviendo loca, desde que no estas aquí. Que yo nunca encontrare mis deseos de vivir, y tu piensas que yo muero pues ya ves, ¡no es así! Rompí tus fotos cuando te marchaste de aquí, también tus cartas y no volví a pensar en ti, y me reía yo escuchando a tus amigos decir que a todo mundo le estas preguntando por mi.



Mentiste tanto tiempo...

ERAS UN ROMPECABEZAS, DISFRAZADO DE PRINCESA, ERAS PURO ROCK AND ROLL.

PERO UNA NOCHE DE ESAS QUE CREÍ PERDIDAS,

JUGANDO A LAS ESCONDIDAS CON EL AMOR ME ENCONTRÉ...


Dices que lo sientes
Te sale esa cara de ángel
solo cuando la necesitas
Mientras yo iba y volvía todo este tiempo
Porque honestamente creía en ti.

Pasaron los días aguantando
Chica estúpida
Debí saberlo,
debí saberlo...

No soy una princesa
Esto no es un cuento de hadas
No soy la única que
cargabas en tus brazos
ni la única a la que llevabas a lo alto de las escaleras.

Esto no es Hollywood
esto es una ciudad pequeña
Yo era una soñadora
antes de que te fueras y me abandonaras.
Ahora es muy tarde para que tu
y tu caballo blanco regresen.

Quizás fui ingenua
me perdí en tus ojos
y realmente nunca tuve la oportunidad
Mi error fue que no sabía
que estar enamorada significa
tener que luchar
para conseguir la ventaja

Tenia tantos sueños acerca de nosotros
con finales felices
ahora sé...

No soy una princesa
Esto no es un cuento de hadas
No soy la única que
cargabas en tus brazos
ni la única a la que llevabas a lo alto de las escaleras.

Esto no es Hollywood
esto es una ciudad pequeña
Yo era una soñadora
antes de que te fueras y me abandonaras.
Ahora es muy tarde para que tu
y tu caballo blanco regresen.

Y ahí estas arrodillado
rogando perdón, rogando por mi
Justo como siempre quise
pero lo siento mucho
Porque no soy tu princesa
esto no es un cuento de hadas.
Un millón de palabras no te traerán de vuelta,
lo se, lo se porque lo intente.
Tampoco un millón de lágrimas.
lo se, lo se porque las lloré.
¿A quién le vamos a tirar una pared
cuando ya no nos quede nadie?
Tal vez un perro fiel a cambio de comer
soporte hasta lo insoportable.

Los placeres te acortan la correa,
Y VOS QUE TE PENSÁS UN INDOMABLE.

No importa cuanto me puedas alejar de la realidad,
yo siempre vuelvo.

Goodbye my lover.
Goodbye my friend.
You have been the one.
You have been the one for me.

NO SOY YO QUIEN VOS QUERÉS,
NO TE QUEMES LA CABEZA POR UN POCO DE PLACER.



(...) El chabón se queda solo pero mal acompañado.
No quieras caminar sobre el dolor, descalza.


Lo que tenes de hermoso lo tenes en la maldad.

Dile que lo quiero y tengo además
Cama, porro, vino y paz...
Ni tu sombra volverá para abrigar mi alma en pedazos.