Tendré que enojarme con cada cosa que me recuerde a él, enojarme hasta odiarlo, y odiarlo hasta olvidarme de él.

jueves, 3 de noviembre de 2011


¿Y tú eres quién pretende amargarme la vida?

TU ERES HERMOSA, ES LA SOCIEDAD LA QUE ES UNA MIERDA.


- ¿Tienes frío?
- No.
- ¿Tienes frío?
- No.
- ¿Tienes frío?
- ¿Cuántas veces me preguntaras eso?
- Las que necesite para poder abrazarte.

- ¿Sabes cual es la curva mas bonita de tu cuerpo?
- No, ¿cual?
- Tu sonrisa.

Gánate mi confianza y no juegues conmigo porque corres peligro si me jodes, porque si yo me quemo te mostraré lo que es el dolor porque a mí ya me han tratado como a un perro antes que a ti. Y esque el amor está maldito... Nadie conoce lo frío que soy, lo que es andar por las calles totalmente solo y no es culpa de nadie solo mía, porque es el camino que he elegido seguir. Ser frío como el hielo sin mostrar emociones de ninguna manera. No me preguntes por qué no me enamoro de ninguna de estas perras. Pero, ¿qué coño me pasa con esto? Yo lo he intentado, pero no he tenido suerte. Es una mierda, pero es exactamente como pensé que sería, es como si estuviese intentando comenzar de nuevo continuamente. Tengo un agujero es mi pecho, soy como una montaña rusa de emociones. Algo me dice que no voy a poder seguir hasta que juegues con mis emociones y las hagas subir. Es como una explosión cada vez que te tengo y no bromeaba cuando te dije que me quitas la respiración. Prométeme que no cometeré un error...


-¿Te has enamorado alguna vez?
-Si, todas salieron mal...
-¿Y cómo es? ¿qué se siente?
-¿De dónde has salido? ¿qué como es enamorarse?
-Si... te sientes ¿bien, mal?
-Horrible... enamorarse es horrible...

- ¿Me deseas?
- Sí, te deseo lo mejor... adiós.

Me gustaría que entendieras, si, me gustaría que alguna vez sintieras lo mismo que yo, la misma necesidad asfixiante de ir corriendo y abrazarte, los mismos deseos de llamarte a mitad de la mañana cualquier día y decirte "te amo" y cortar de inmediato, me gustaría que entendieras mi afán por dormir junto a ti y esas ganas locas de reírme cuando sonríes y dices "hace cuanto me miras". Me gustaría que pudieses verme a los ojos y entender, entender lo que es estar enamorada de la persona más perfecta de este mundo.


Un día comprendí que el silencio dice mas que mil palabras, que estar con alguien no significa que siempre estará junto a ti, que no se debe tomar de la mano de alguien que ya soltó la tuya, que el amor te lo deben demostrar y no solo darte las sobras de el, que alguien que queremos se le debe desear toda la felicidad del mundo aunque este contigo o este sin ti.


¿Que significa madurar? ¿Empezar todos los dias con una cara triste porque eres consciente de la realidad? ¿Saber que tus sueños no se van a cumplir? ¿No disfrutar de las cosas pequeñas? ¿Saber como es la gente en realidad? ¿Darte cuenta de que solo hay dos opciones: bien o mal? ¿Tener el doble de problemas? ¿Enamorarte perdidamente y darte cuenta que eres infantil porque el te lo dice? ¿Hacer lo que quieren los demas y cuando quieran? ¿Que te obliguen a hacer cosas que en realidad no quieres? ¿Darte cuenta que en esta vida que tu eliges y tu manejas tu vida? Es cierto, prefiero ser toda mi vida una inmadura...

Ser frío, no tener sentimientos, ser superficial, no demostrar ni una pisca de ternura, no decirle te quiero ni amo a nadie, no saber lo que es sentir cariño, ser duro de pensamientos y palabras, demostrar que lo eres y que no te importa nada. No se llama ser malo, se llama evitar tener desilusiones porque cuando fuiste un amor de persona... te hicieron mierda los sentimientos. Sólo eso.


Supongo que ella solo necesita esa persona que le haga entender que las cosas no son así, que no todo siempre será malo, que las personas no son tan vacías como cree y que no terminaran dejándola como todos lo hacen, siempre…


Sos mi droga, ¿entendes eso? Dicen que no superas tu adicción hasta que tocas fondo, pero ¿cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces dejarlo duele aún más.


Estaba cansada de abrazar almohadas, de confiar en las mantas para darse calor y de revivir momentos románticos sólo en sueños. Estaba cansada de esperar que cada día transcurriera deprisa para pasar al siguiente. De esperar que fuese un día mejor, un día más fácil. Pero nunca lo era.


- Estás en tu pc en éste momento ¿cierto?
- Si, ¿por qué?
- Quiero que me ayudes a algo, bueno... Pon tu mano sobre el monitor, cierra los ojos y cuenta hasta diez, yo colocaré mi mano izquierda
- De acuerdo...
- ... Listo, ahora puedes decirme algo como: "Genial, nunca había tocado un monitor en mi vida, GRACIAS". Pero eso no es lo que quiero mostrarte, yo con tan sólo cerrar los ojos y colocar mi mano, sentí un calorcito, que no lo genera el monitor... Lo genera todo lo que siento por ti, y se que sonará súper estúpido, tonto, inútil e idiota, pero yo traté de enviarte una pequeña parte de mi... Para que veas y sientas que pronto el monitor no estará ahí, y ese calorcito se convertirá en un gran fuego que nunca se apagará. Porque es un fuego único, que no quema, que no destruye, pero si prende, y si alumbra... Y que ese calor nos ayudará cuando estemos así a lo lejos, nos ayudará a calentarnos, porque yo siento tu calor y te doy el mío, así que yo sé que pueden parecer palabras de un buhonero que quiere vender una vela, pero como tú dijiste hoy, lo nuestro es real, es puro, es hermoso, es difícil... ¿Pero sabes que otra cosa es? perfecto.

¿Llorar por ti? Cuando fuiste tú quien cambió. ¿Llorar por buenos recuerdos? Como si eso retrocediera el tiempo. ¿Llorar por lo que perdí? Como si ganara algo haciéndolo. ¿Llorar? No vale la pena en estos momentos.


Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no supieran que es como un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Gente que ni siquiera están consciente de lo que hacen ni de sus sentimientos.


Los intentos te mantienen fuerte, las caídas te mantienen humilde, el éxito te mantiene brillante, pero sólo Dios te mantiene caminando.


- ¿Por qué tienes el poder de hacerme sonreír incluso cuando tengo lágrimas en los ojos?
- Debe ser porque una parte de mi, está en tu corazón.

ELLA: ¿Qué haces?
EL: Nada, juego con una pelota jaja... Te extraño.
ELLA: Yo también, quiero verte. ¿Qué tan lejos está Roma de Madrid?
EL: Hmmm, no sé. Tengo una idea, pero dirás que estoy loco.
ELLA: ¿Qué idea?
EL: No cuelgues, voy a cambiarme y a empacar algo de ropa.
ELLA: ¡¿Qué?! ¿Ropa para qué? ¿De qué hablas?
EL: Te necesito; necesito verte.
ELLA: Estás demente jajaja, no eres capáz.
EL: ¿Bromeas? Lo haré, pero tienes que hablarme todo el camino.
(Empaca, sale al auto y empieza a conducir)
ELLA: Esto es una locura, aún no te creo capáz.
EL: Estoy decidido; ¡si no te veo me volveré loco, lo sé!
(Se oye un frenazo y cornetas de autos)
EL: ¡Sal de mi camino, idiota! ¡Voy a ver al amor de mi vida!
ELLA: ¿Qué pasó? ¿Estás bien?
EL: Sí, sólo un imbécil daltónico que no sabe la función de un semáforo.
ELLA: Jajaja. Te amo.
Él se queda pensativo unos segundos mientras conduce...)
EL: Yo también te amo.
(Llega al terminal y empieza a hablar con la encargada de los boletos)
EL: Señorita, ¿a qué hora sale el primer tren a Madrid?
ELLA: ¡¿Es en serio?!
SRITA: Sólo queda un boleto y sale en una hora aproximadamente.
EL: Perfecto; quiero ese boleto.
ELLA: ¡Respóndeme! ¡Estás demente!
EL: Shhh. También quieres verme, ¿o no?
SRITA: Aquí está, disfrute el viaje.
EL: Gracias.
ELLA: ¡Qué nervios! ¿Cómo me haces esto? Estás loco, Angel.
EL: Jajaja. Así de loco me quieres.
ELLA: ¡No! En serio, ¿estás seguro de lo que estás haciendo? ¿Dónde te vas a quedar?
EL: Jajajaja. Rayos, no lo había pensado. ¿Estás en tu computadora?
ELLA: No, pero está cerca, ¿por qué?
EL: Consigue el número de un hotel cercano y me lo pasas, por favor.
ELLA: Hmmm, bueno; ¿cómo llamarás sin colgar? Dijiste que hablaríamos todo el camino.
EL: Existe más de un teléfono en el mundo, mi cielo.
ELLA: Tonto. ¿Tienes para anotar?
EL: Sí, dime.
(Ella le da el número del hotel)
EL: Jaja gracias; ya reservo.
(Él llama y reserva una habitación)
ELLA: No lo puedo creer aún, de verdad.
EL: Cálmate; no es nada comparado con todo lo que yo haría por ti.
ELLA: Cállate, eres un tonto.
EL: Te amo.
ELLA: Yo también te amo.
EL: Estoy aburrido, divierteme mientras espero al maldito tren.
ELLA: ¡No maldigas! Maldita sea.
EL: Jajaja tonta.
ELLA: Estás demasiado demente.
EL: ¿No tienes otra cosa que decirme? Ya sé que estoy demente jajaja.
ELLA: Hmmm, ¿cómo se supone que te divierto?
EL: No sé; creo que ya subiré al tren.
ELLA: ¿Te dejan ir con el teléfono?
EL: Eso espero, dije que hablaríamos todo el camino.
(Entra al tren; por suerte, aún hablando por teléfono)
(Ella ríe con un tono de ironía)
EL: ¿De qué te ries?
ELLA: De nosotros, esto es increíble.
EL: Si no quieres no lo hago.
ELLA: Jajaja estás en el tren, no hay vuelta atrás; a demás, si quiero y lo sabes.
EL: Jajaja es verdad, igual no pienso dar marcha atrás.
ELLA: ¿Qué se supone que le diré a mi mamá?
EL: No sé, tampoco lo había pensado.
ELLA: ¿A quién engañas? Tú no piensas jajaja.
EL: Gracias, yo también te quiero, corazón. (Tono de ironía)
ELLA: Sabes que sí jajaja.
EL: Si no fuera así, no estaría en esta locura.
ELLA: Dime qué ves.
EL: Mucha gente, muchos asientos... (Mira por la ventana.) Hmmm, árboles, más gente, casas.
ELLA: Quiero estar ahí contigo.
EL: Aquí estarás cuando te secuestre y nos escapemos jaja.
ELLA: ¡Sí, claro!
EL: Esto se está moviendo ya.
ELLA: Qué locura, no puedo creerlo.
EL: Es real, nos veremos en unas horas.
ELLA: ¿Qué llevarás puesto? ¿Cómo te reconozco? ¿Dónde nos veremos?
EL: Cálmate, una pregunta a la vez jaja.
ELLA: ¡Responde, no es chiste!
EL: Sueter blanco, jeans, gorro blanco... ¿Podemos vernos en el parque del que me hablaste?
ELLA: ¿El que está aquí cerca de donde vivo?
EL: Sí, ese.
ELLA: ¿Cómo sabrás cómo llegar aquí?
EL: Preguntando, supongo, después me las arreglo, es lo de menos.
ELLA: ¿Es en serio todo esto?
EL: Amor, estoy montado en un tren; escuchaste mientras compraba el boleto; casi que me reservaste la habitación del hotel; ¿Te queda alguna duda?
ELLA: Es que es tan surrealista; esto no pasa; no a mi.
EL: Está pasando. Ahora dime: ¿cómo te reconoceré?
ELLA: ¡Ni siquiera sé qué ponerme!
EL: -En voz baja- Mujeres...
ELLA: Cállate, te escuché.
EL: Jajajaja perdón, perdón. ¡Ya dime!
ELLA: ¡No lo sé! -Se levanta, busca entre su ropa- ¡No tengo nada para ponerme!
EL: Qué exagerada, algo ha de haber; sino así mismo como estés.
ELLA: ¡¿Qué?! No, estoy en pijama, Angel.
EL: No me importa lo que lleves puesto, me importa que seas tú. ¡Quiero verte ya!
ELLA: Ya, después veré; mientras busco, dime qué ves.
EL: El cielo...
ELLA: ¿Cómo está? Descríbelo para mi.
EL: Azul, con pocas nubes... Tienes que verlo, le tomaré una foto.
ELLA: Tómate una foto a ti también.
(Le toma la foto a la ventanilla y una a él con los ojos cerrados con fuerza y sacando la lengua)
EL: Ya está, salí feo, ya no me vas a querer.
ELLA: Jajaja ¡Quiero verla!
EL: Quiero una foto juntos. No, ¡quiero MUCHAS fotos juntos!
ELLA: Qué vergüenza que me vean contigo, mejor no jajaja.
EL: Jajaja ok. ¡Me quiero bajar del tren, el amor de mi vida ya no me quiere ver!
ELLA: ¡Cállate, loco! Qué idiota eres, ¡qué idiota!
EL: Tú te lo buscaste jajaja.
ELLA: ¿Cuánto falta?
EL: No lo sé, no mucho, supongo...
(Pasadas unas horas el tren se detiene, él se baja y busca su equipaje)
EL: ¿Dónde puedo alquilar un auto? No te sacaré a pasear en bus jajaja
(Ella le dice el sitio, él para un taxi y va por un auto; luego empieza a conducir a la casa de ella)
EL: ¿Dónde era?
ELLA: ¿Dónde estás?
EL: Jajaja no tengo idea. Espera, ya sé.
(Para otro taxi y le indica la dirección a donde va para que lo guíe)
EL: Soy un genio; le dije a un taxista que me conduzca hacia allá.
ELLA: ¡Y yo aún no sé qué ponerme!
EL: Estoy cerca.
ELLA: ¡¿Qué?! ¡¿Ya?!
EL: Sí, pero antes tengo que comprar una cosa, tienes tiempo.
ELLA: ¿Qué cosa?
EL: ¿Qué te importa? Jajaja no te quiero decir.
ELLA: ¡Dime!
EL: Ehmm, nada, nada, ya voy para allá.
ELLA: Hmmm ok.
(Se detiene en una floristería y compra la rosa más bella del lugar)
ELLA: ¿Qué es eso que se oye? ¿Dónde estás?
EL: Nada, ya voy en camino.
ELLA: ¡Nunca me dices nada!
EL: Ya tendrás oportunidad de golpearme por eso jaja.
ELLA: Sí, es lo primero que haré.
EL: ¡Escucha! Pon atención.
ELLA: ¿Qué?
(Le sube el volumen al radio del auto; se oye "just the way you are" - Bruno mars)
EL: When I see your face...
ELLA: ¡Te odio! Cantas feo, cállate.
EL: No me importa, canta conmigo.
ELLA: No, eres demasiado tonto jajaja.
EL: Estoy en el hotel que me dijiste. ¿Ahora hacia dónde?
(Ella le indica la dirección y él llega a la puerta de la urbanización, donde habla con el vigilante)
EL: Buenas tardes.
VIGILANTE: Sí, ¿qué se le ofrece?
EL: Vengo a ver a Andrea Gutierrez. Casa número 10.
VIGILANTE: Ok, pasa.
EL: Gracias.
ELLA: ¡Dios!
EL: Dios no; Angel, por favor.
ELLA: Imbécil jajaja.
EL: Ya estoy afuera, no sé qué casa es la 10, así que iré al parque.
ELLA: Espérame ahí.
EL: Estoy nervioso, ya no quiero jajaja.
ELLA: ¡Vete, pues!
EL: ¿Después de todo lo que recorri? Estás loca.
ELLA: Ya estoy lista, voy para allá, ¿ya puedo colgar?
EL: ¡No! Quiero verte llegar hablando por teléfono.
ELLA: Jajaja ¿por qué?
EL: ¿Qué haré mientras vienes? Hablarte me calma.
Él está sentado en uno de los bancos del parque impaciente por verla y escondiendo la rosa detrás de sí. No para de reirse de los nervios por el teléfono y no puede evitar mirar hacia las casas a cada segundo para verla llegar. De pronto ve que alguien se acerca; una chica de cabello largo y castaño. La chica está sonriendo y sosteniendo un teléfono. Ella lo mira y baja la cabeza riendo de los nervios. Los dos se sonrojan. Él se levanta y va hacia donde está la chica.
ELLA: ¿Hola? Jajaja qué locura, en serio.
EL: Wow...
ELLA: ¿Qué? Cállate, estoy demasiado nerviosa.
EL: ¿En serio eres tú?
ELLA: Duh, tonto.
EL: Eres demasiado hermosa.
ELLA: ¡Cállate!
EL: Tengo algo para ti.
(Saca la rosa y se la entrega mirando fijamente sus ojos mientras ella casi no puede sostenerla de los nervios)
ELLA: Gracias... Qué hermoso.
EL: No podía llegar con las manos vacías.
ELLA: ¿Nos sentamos? Creo que tenemos demasiado de qué hablar...
EL: Claro, vamos.
(Se sientan en el banco donde él esperaba en un principio y comienzan a hablar. Ninguno de los dos puede creer que el otro esté así; tan cerca)
EL: Ven, vamos a los columpios.
(La toma de la mano y van corriendo como niños; se sientan a seguir conversando)
ELLA: Dime, ¿soy como imaginabas que sería?
EL: No... Eres aún más perfecta... A ti puedo tomarte de la mano y ver como te sonrojas cuando te ries.
ELLA: Cállate.
(Lo suelta y se cubre la cara con sus dos manos. El rie tiernamente al ver que se ruborizó por lo que dijo. Toma una de sus manos y empieza a jugar con sus dedos. Ambos se miran. Él le aparta el cabello de la cara rozando suavemente sus mejillas y ella toma su mano. Ambos sonríen, no pueden creerlo...)
ELLA: Quiero ver la foto que le tomaste al cielo y la tuya.
EL: Listo, pero no puedes burlarte de mi.
ELLA: Trataré, pero sé que saliste muy feo.
(El saca la cámara y le enseña las fotos. Ella se queda mirando la foto de él con ternura y una sonrisa se forma en su cara)
EL: Ya viste, jaja devuelveme la cámara.
ELLA: No, sonríe.
(Ella apunta la cámara hacia él y le saca una foto)
EL: Ey, tenemos que salir los dos, sino no vale.
Él se levanta y toma la cámara; se inclina detrás de ella poniéndose a un lado y enfoca la cámara hacia los dos. En eso, sin querer, sus mejillas se rozan y él se aleja un poco para voltear a mirarla. Ella hace lo mismo y se miran mutuamente. Él se acerca y cierran los ojos. Roza sus labios con los de ella y empieza a besarla a lo que ella responde. Fue el beso más hermoso, el momento más hermoso en la vida de ambos. Al darse cuenta de lo que estaba pasando, se separan un poco y se abrazan. No quieren que ese momento se termine.
ELLA, TARTAMUDEANDO Y CASI SIN PODER HABLAR DE LOS NERVIOS, FINALMENTE DICE: ¿Y la foto..?
EL: Claro, la foto...
Ambos sonríen y él toma la foto. Se queda admirandola unos segundos y, sin quitarle los ojos de encima a aquella cámara, toma la mano de ella y la aprieta suavemente.
Él despierta con lágrimas en los ojos, le da un golpe a la almohada y se vuelve a dormir...

Quienes hablan mal de ti, probablemente lo hacen porque no tienen nada bueno que decir de ellos.


Cuando las palabras no bastan. Porque dentro quema algo que no se puede decir. Que no se consigue decir. Cuando quien tienes delante, en lugar de darte la respuesta que querrías, dice otra cosa. Dice más, dice demasiado. Ese demasiado que es nada, que no sirve para nada. Y que hace el doble de daño. Y el único deseo es devolver ese dolor. Hacer daño. Esperando así sentirse un poco mejor.


A veces te encuentras personas que no son dignas de poseer ni una parte de tu corazón y, aunque desaparecen de tu vida creando un vacío son ellas más perdedoras por dejar escapar alguien como tú, pero a fin de cuentas el resultado es el mismo. No importa las veces que le hayas roto el corazón a alguien, las que hayas odiado, las que te hayan dejado a ti o te hayan herido. Nadie quiere estar solo.


Porque cuando crees que todo tu mundo se viene a bajo, aparece una persona que ha estado contigo en todo momento, que te ha escuchado en los malos y bueno momentos, que te ha apoyado, que te ha visto llorar, que te ha visto reír, con la que has compartido aventuras que jamás olvidaras, alguien que sabes que estará ahí siempre que la necesites. Has llorado con ella, reído, has tenido malos momentos con esa persona pero tú sabias que se arreglaría tarde o temprano, porque sabes que esa persona es una parte de ti, que si la ves te alegra el día, cuando hablas con ella todo es distinto, por eso esto va por ti. Si tú si te sientes identificado con lo que estoy diciendo, tú, querido lector, también tienes un amigo. Y a sabes lo que es para ti, una persona en quien siempre puedes confiar y que no te dejará de lado, nunca.