
Madurar es aceptar que aunque haya gente que sepa hacer grandes cosas tú eres alguien más del montón, del montón malo, claro; porque está el montón bueno, en el que está la gente importante que hace cosas importantes, pero tú no; tú estás en el montón malo, en el que la gente no hace nada para ganarse el respeto de los demás, no se merecen una estatua, ni si quiera tienen una camiseta con su foto o una revista que hable de ellos… uno más, que no afecta al funcionamiento del mundo, que si se suicidase nadie lo echaría de menos…se trata de aceptarlo: al mundo le da igual que existas o que no. Qué triste. Yo no quiero madurar nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario